In Bloom
Texto por Félix Cordero
Fotografías y arreglos florales por Marcos Toledo
Colaboraciones con Erica Prince y Cristina Fitch
Desde Puerto Rico a Brooklyn, Nueva York, Marcos Toledo ha cultivado un interés por la expresión visual que lo ha llevado a recorrer el diseño gráfico, la fotografía, la cinematografía, hasta que casualmente, como quien no quiere la cosa, encontró una pasión: el diseño de arreglos florales.
Con una maestría para la composición y crear armonía, Marcos incluye en cada uno de sus diseños elementos que remontan al Caribe, en yuxtaposición a flores y follajes tradicionales, estableciendo un diálogo entre estéticas. Además, su proceso creativo también incluye el capturar fotográficamente cada diseño floral con bellas composiciones, utilizando ornamentos y piezas de cerámica seleccionadas.
¿Cómo fue tu upbringing?
Mi niñez fue muy estimulante; mis padres me motivaron a explorar mis intereses y expresar mi creatividad. Tuve buenos maestros de arte que capturaron mi atención desde pequeño. Siempre fui muy introvertido así que el lenguaje visual se convirtió en mi medio de comunicación preferido.
Respecto a tus primeros impulsos creativos ¿cómo los tradujiste a la realidad?
Recuerdo pasar horas pintando paisajes con muchos árboles y dibujando caras y figuras. También me gustaba construir casas y edificios con lego. Jaja. Por mucho tiempo quise ser arquitecto pero era malísimo en matemática.
¿Cuál fue tu primera musa?
Se me hace difícil nombrar una en específico. Creo que las texturas de la naturaleza han sido de las musas constantes en mi vida, quizás porque mi sentido del tacto es el más agudo. Pero la variedad de colores y formas, al igual que la música y el cine han influido grandemente mi trabajo.
¿Cómo surge tu interés por la naturaleza?
Aunque crecí en la ciudad, tuve una relación cercana a la flora y fauna caribeña. Íbamos frecuentemente a la playa y al bosque nacional, El Yunque. A mi madre le encantan las plantas, siempre tenía muchas en el balcón y las cuidaba con delicadeza. También teníamos un úcar frente a la casa que vi crecer con gran admiración. Toda la naturaleza es tan bella e impresionante que es imposible que no sea motivo de inspiración.
¿Qué música y cine consumes? ¿Nos puedes nombrar un top 10 de cada uno?
Mi gusto en ambos es muy variado y depende mucho de mi mood.
Entre mis 10 películas favoritas están: Mulholland Drive, Todo sobre mi madre, I Heart Huckabees, Memorias del subdesarrollo, Water Drops on Burning Rocks, The Conformist, The Dreamers, Last Year at Marienbad, Deconstructing Harry y Death Becomes Her.
Entre los 10 músicos que más escucho están: Bjork, John Maus, Piero Umiliani, Frank Ifield, Fantasmes, Beach House, Superaquello, Cocteau Twins, Broadcast y Panda Bear.
¿Qué vino primero, la fotografía o las flores?
La fotografía. Mi padre es fotógrafo y de pequeño me introdujo al medio y a otros fotógrafos. Me enseñó todo sobre composición y exposición. También lo estudié en la Universidad de Puerto Rico y desde entonces he tratado distintos acercamientos, ahora con un enfoque floral.
¿Qué tipo de fotos hacía tu papá? ¿Y qué fotos hacías o haces fuera de la documentación de tu trabajo con las flores?
Mi padre suele hacer fotografía mayormente en blanco y negro, con luz natural y ángulo un poco surrealista. Juega mucho con las texturas y sombras en sus composiciones ademas de lograr capturar a sujetos en momentos bien específicos. Puedes ver su trabajo más reciente en su perfil de Instagram @emtorod67.
Por mi parte, he tratado travel photography, documental y de retrato. Siempre quise hacer fotografía de estudio pero nunca tuve el equipo ya que mis ideas requerían sets elaborados. Ahora con las flores, he podido retomar la idea aunque a una escala más pequeña.
Dirección de arte por Cristina Fitch en la 3ra y 7ma fotografía.
¿Cuándo y cómo comenzaste a diseñar arreglos florales?
Ocurrió accidentalmente. A principios del 2017, empecé a experimentar con distintas especies de flores para ambientar un bar en Brooklyn hasta desarrollar un interés por la floristería como forma de expresión artística. Tuve la gran suerte de que me dieron libertad creativa y que la recepción fue positiva. Luego decidí incorporar mis destrezas fotográficas usando las flores como sujeto para crear composiciones.
De Puerto Rico a Brooklyn, ¿Cómo fue el cambio para tu vida personal y profesional?
El cambio fue positivo, dentro de todo. Antes de llegar a NY, viví en Boston por año y medio, trabajando en un periódico como diseñador gráfico. Luego, cuando me mudé a Brooklyn, fui miembro fundador de la compañía experimental Caborca, bajo la cual he ejecutado distintos roles como diseñador, cinematógrafo y actor. Al final, a pesar de estar en una gran ciudad, terminé con un network de amigos y colegas, mayormente de Puerto Rico.
Nunca nos imaginamos lo holística que es tu práctica. ¿Nos puedes hablar del diseño, la actuación y cinematografía en Caborca?
Ha sido todo muy orgánico. Conocí al director artístico, Javier Antonio Gonzalez, junto a otros miembros de la compañía, en la UPR y desde entonces fuimos desarrollado un lenguaje audiovisual que luego se convirtió en la base para fundar Caborca en el 2009. Inicialmente tuve a cargo la identidad visual, pero terminé además subiendo al escenario en la primera producción y seguí actuando en varias obras a pesar de no tener un entrenamiento formal como el del resto de los actores. Después de varios años, decidimos tratar algo completamente distinto y filmamos el largometraje, The Entitlement, en el cual asumí el rol de cinematógrafo junto a Michael Barringer. Fue un proyecto retador, muy experimental, como el resto del trabajo de la compañía. Al momento, estamos en post-producción de un cortometraje en el que también hago cámara.
Para ti, ¿qué es ser caribeño y cómo lo traduces en tu trabajo?
Es una identidad un poco complicada de definir que no puedo desligar de la historia colonial de mi país. Aunque mi arte visual no suele ser político, siempre tengo el tema del imperialismo estadounidense a flor de piel y en mis arreglos trato de usar algún elemento tropical importado del Caribe, a veces en yuxtaposición. En general, para mi significa poseer un nivel de ingenio, perseverancia y compasión excepcional, que son herramientas sumamente especiales.
Al iniciar un diseño, ¿qué es lo primordial a tomar en cuenta?
Usualmente comienzo escogiendo una paleta de colores y una vasija que me atraiga, aunque el tamaño del arreglo también es muy importante para saber en qué dirección ir. Siempre tomó en consideración el entorno final en donde vivirá y/o establezco consignas como texturas y movimientos para guiarme.
¿Cuáles han sido los desafíos que has tenido que enfrentar?
Falta de tiempo. Es mi peor enemigo.
¿Qué papel juega la colaboración en tu práctica?
Me encanta y me parece indispensable para explorar nuevos ángulos. He tenido la dicha de colaborar con artistas de distintos medios y han sido experiencias muy divertidas y enriquecedoras. Entre mis preferidas, han sido las sesiones de fotos con Cristina Fitch, quien hace sets increíbles y tiene un ojo incomparable. No hay nada como conectar con gente creativa y compartir ideas para producir un trabajo en donde todas las partes involucradas se complementen en harmonía.
¿Qué viene ahora? ¿Cuáles son tus planes? ¿Siguen las flores, las fotos, la actuación, el diseño o todo?
Todo menos la actuación, al menos no por ahora. Quisiera enfocar toda mi atención en trabajo visual y expandir mi conocimiento del mundo natural. Me encantaría ademas tratar de crear hologramas de arreglos florales, quizás colaborando con alguien que conozca ya ese medio, pero por ahora sigo explorando, aprendiendo y soñando.